Esta obra coreográfica para tres bailarines, en la que se intercalan el lenguaje contemporáneo y el lenguaje tradicional vasco, va dirigida a un público joven a partir de los cuatro años. La poesía y lo absurdo se entrelazan a lo largo de los sainetes. Ninika, con su colorido rojo en el suelo, sus elementos cúbicos encajables blancos que dan forma al espacio y al tiempo, nos lleva hasta la esencia misma del movimiento corporal.