Retrato de una época de sueños y espejismos, la fiesta de un país que creció disparatadamente y la resaca que llegó después. Y lo hace a través del auge y la caída de un personaje, Rodrigo Rato, desde su infancia, marcada por el arresto de su padre, hasta su propia detención tras el descalabro de Bankia. Una época en la que se construyeron más viviendas que en toda Francia, Alemania, Italia y Reino Unido juntos. Y con el crédito disparado. Y con los bancos haciendo caja.