Los gemelos Fernando y Vicente Roscubas son una singularidad, una feliz anomalía en nuestro arte. Libres y sin complejos creativos, han cultivado a lo largo de su larga trayectoria, un proceso artístico conjunto en el que, con casi toda seguridad, intervienen la comunicación no verbal, la combinación de habilidades e intereses contextuales particulares que han determinado el universo de su obra. Por ello, es inevitable preguntarse cómo gestionan las decisiones o las dudas a la vista de su recorrido artístico y vital.