¡No debería haberlo dicho! Especialmente a alguien de mala fe. Porque hoy todo está sujeto a discusión. Cirugía estética, Me Too… El debate está abierto, pero no sabemos dónde caerá, ni de qué manera. ¿Quién puede decir qué? ¿Cuándo? ¿A quién? ¿Y bajo qué circunstancias? Si bien hay áreas donde la libertad de expresión es libre, hay cosas que ya no se pueden decir. Desde palabritas cotidianas hasta interrogantes existenciales, pasando por secretos de familia, Ella y Él se cuentan y se contradicen.