El «Sueño de una noche de verano» de Shakespeare nos propone una boda como punto de partida para una fantasía delirante y divertida. A veces, nos cuesta imaginar un mundo diferente, el día a día con su rutinaria realidad nos arrastra hacia la monotonía y la pasividad. El soñar mientras dormimos no está claro para qué nos sirve, pero el soñar con los sentidos bien dispuestos nos puede llevar a experiencias enriquecedoras.