La práctica escultórica de June Crespo (Pamplona, 1982) se sitúa voluntariamente en la encrucijada de múltiples caminos y líneas de investigación contemporáneas. Por un lado, establece un diálogo transformador con los conceptos que han marcado el arte vasco de las últimas décadas, “pares móviles” como la abstracción y el gesto, lo trágico y lo opaco, la ligereza y la extrañeza. Igualmente se hace cargo de cuestiones cuya urgencia estaba ausente de los grandes debates hasta hace poco, particularmente en lo que respecta a la sensibilidad feminista y la conciencia de la devastación que el modo de vida moderno ha llevado a la realidad natural. Acaparando y amalgamando materiales de muy diverso orden, Crespo subraya el fuerte contraste del material vivido con los elementos estructurales que cercan y canalizan nuestra existencia: conductos, chapas, moldes y encofrados a los que se acoplan piezas textiles o incluso papeles, unidos por tensores o simplemente apoyados unos sobre otros, interrogándose mutuamente.
Pese a la complejidad del mundo actual y la multitud de referencias a la que nos exponen las tecnologías de la información, o quizás por ello mismo, la obra de Crespo tiene como punto de anclaje casi permanente el cuerpo: la sensualidad del tacto, el peso y la textura, los procesos metabólicos y los accidentes. Estos elementos encontrarán, en la sala 105 del Museo Guggenheim Bilbao, un contexto de características y dimensiones excepcionales en el que la artista intervendrá por medio de una instalación creada específicamente para tal espacio.
Sala: 105
Komisario: Manuel Cirauqui