Una tierra de nadie es un territorio que no pertenece a ningún país o persona. Partiendo de esta idea, planteamos el espacio que hay entre un cuerpo y otro como un espacio que no es ni tuyo ni mio pero a la vez nos pertenece. Proponemos una exploración a ese lugar, que es un mundo onírico pero que está hecho de cosas reales; es un no-lugar, influenciado por las profundidades del océano, la naturaleza que nos rodea y la que nos habita dentro como metáfora del viaje hacia la profundidad de una misma.
Tierra de nadie habla de principios y finales, de distancias, de los distintos cuerpos que forman un cuerpo y las relaciones entre ellos, habla de las reglas no escritas, de márgenes y orillas, de encuentros y desencuentros, habla de pieles, de dejarse la piel, del océano, las apneas y las corrientes, de las ganas de irse y no volver, habla de los límites, las contenciones. Pero ante todo, Tierra de nadie habla del cuerpo, del cuerpo y su naturaleza y de la política entre los cuerpos. Porque a quién le pertenece el cuerpo.
Tierra de nadie es danza, voz, música en directo, naturaleza, atmósferas poéticas, cuerpos extraños, sonidos evocadores y mujeres que también son animales.
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