Esta autobiografía queer es un cruce de memorias, referencias y recuerdos que revisan la vida de Egoitz Sánchez a raíz del visionado de unos vídeos familiares junto a Javier Lara. En ellos, un niño se muestra feliz y libre entre vestidos flamencos y coreografías. Este punto de partida sirve a ambos para escribir, dirigir e interpretar este espectáculo onírico-coplero que revisa los estereotipos mediáticos, el bullying, la hipersexualización de la infancia en una Euskadi (y un mundo) como el que fue el de los años 90. ‘Eres vasco: bailas aurresku; eres andaluz: bailas sevillanas; si bailas ballet, eres maricón’.