Dentro del festival Klaustro Sounds 25.
Black Duck y Elena Setién trabajan con el sello discográfico independiente de Chicago Thrill Jockey; de ahí surgió la idea de hacer esta gira juntos, en la que ambas bandas harán un repertorio combinado especialmente diseñado para la gira. Elena y Black Duck tocarán por separado y juntos en un único concierto que presentará material de cada banda por su lado y versiones combinadas en las que un artista acompañe al otro y viceversa. El resultado será un concierto con variedad tímbrica, dinámica y de composición en el que no falten la indagación sonora y la improvisación conjunta.
Apertura de puertas, 18:30 horas.
Se ruega máxima puntualidad por respeto al público y artistas. No se podrá acceder a la sala una vez iniciado el espectáculo.Tampoco se permitirá el acceso al recinto con comida o bebida.
Elena Setién tiene una larga trayectoria musical. Estudió violín clásico y composición en la Universidad de Surrey en Inglaterra y luego estudió canto moderno en el Conservatorio Rítmico de Copenhague. Su trayectoria ha sido reconocida por diversas instituciones: primero con su dúo Little Red Suitcase, con el que fue nominada tres veces como «Mejor Álbum de Jazz Vocal del Año» en los Danish Jazz Grammies y, más tarde, ya en solitario, Musika Bulegoa le otorgó uno de sus premios en la edición 2017 de Musika Bulegoa Sariak por su disco Dreaming of Earthly Things. Después lanzó Another Kind of Revolution en 2019 y Unfamiliar Minds en 2022 y, con este último trabajo, está entre las nominadas a mejor grabación electrónica en los Premios MIN de España 2023 y ha sido galardonado con un nuevo Premio de la Música Vasca en 2023. En 2024 Elena ha publicado su nuevo álbum Moonlit Reveries, en el que cuenta con la colaboración del batería de Chicago Glenn Kotche (Wilco).
Black Duck es un trío instrumental de Chicago formado por tres pilares de la escena musical de la ciudad: el bajista Douglas McCombs (Tortoise, Pullman, Brokeback, The Sea and The Cake…), el guitarrista Bill MacKay (Ryley Walker) y el batería Charles Rumback (Ryley Walker). El álbum debut de Black Duck captura a una banda que ya está profundamente en sintonía entre sí. McCombs, Rumback y MacKay tienen voces musicales distintas que son reconocibles al instante, pero que se combinan a la perfección. El tiempo que pasaron juntos en el estudio de grabación, logró aportar una fluidez entre ellos que les permite seguirse por caminos sinuosos y tangentes cortas por igual, y así lo demuestran en este debut.