Mamá ha muerto, esa es la verdad. Me gustaría dedicarle una canción, un baile, un rito... una flor. Eresiak son versos que se cantaban para rendir homenaje a los muertos, pero yo ya no tengo canciones para despedir a la madre fallecida. Cuando viene la muerte de quien amamos, ¿qué hacer? ¿Cómo despedirse? ¿Cómo mirar la vida? ¿Acaso el amor es la respuesta a todo?
Partiendo de la sensación de que los ritos de duelo tradicionales no son suficientes, los/as intérpretes proponen experimentar con dispositivos poéticos una práctica de duelo diferente, convirtiendo el acto escénico en un rito de duelo colectivo.
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