Dentro de la programación de Getxo Eszena Kalean 2025.
Antonio Gades decía que «la danza no se inventó para que la baile un señor delgado y guapo. Todo el mundo tiene derecho a bailar. En los pueblos, todo el mundo bailaba: los gordos, las gordas, los viejos, los jóvenes… y bailaban por sensaciones, por la vida y por la muerte. Los pueblos que cantan y bailan nunca mueren». En esta performance de danza-teatro, Velasco invoca la emoción primera de lo que hoy llamamos folklore, desde un cuerpo no normativo, la identidad queer y una consciencia contemporánea. Una canción libre y lúdica sobre la tradición. Una pieza que mueve montañas, con la sabiduría de la abuela y la ilusión de una niña. Pieza candidata al Premio Max 2025 a Mejor Espectáculo de calle.
