Además de ilustrar libros para niños, jóvenes y adultos, Maite Gurrutxaga ha publicado sus obras en diferentes soportes: carteles, portadas de discos, revistas, murales... El año pasado, publicó KLAK, el primer álbum ilustrado realizado íntegramente por ella. Hemos hablado con ella, entre otras cosas, del proceso de creación de esa obra, de su trayectoria hasta la actualidad, de los premios y de la importancia de la mirada exterior.
Estudiaste Bellas Artes. ¿Pero cuándo empezaste con los trabajos de ilustración? ¿Qué te empujó a ello?
Desde joven quise estudiar Bellas Artes. Me especialicé en pintura, pero muchas veces mis obras más que de pintura tenían de ilustración, un intento un tanto torpe de acercarme a ambas. Las obras de aquella época no tienen ningún interés pictórico, no conservo casi ninguna obra de entonces, pero fueron unos pasos necesarios para llegar a conclusiones importantes. Y poco a poco me di cuenta de que el lenguaje que quería trabajar era la ilustración. Durante la carrera intenté hacer todos los temas relacionados con la ilustración, y allí es donde más cómoda me encontraba. Durante los dos últimos años de la carrera de Bellas Artes mi interés fue tomando forma, y al acabar la carrera, empecé a estudiar ilustración en la Escola de la Dona de Barcelona. Es entonces cuando comencé a hacer mis primeros trabajos en el mundo de la ilustración.
Además de ilustrar libros para niños, jóvenes y adultos, también has publicado tus obras en otros soportes. El año pasado, publicaste KLAK, un álbum ilustrado realizado íntegramente por ti. ¿Qué hizo klak en ti para dar ese paso?
Muchos de los libros que más quiero son los que han sido diseñados y dibujados por el mismo autor, porque creo que encuentran necesario el equilibrio entre el texto o idea y la imagen. Yo también tenía ganas de hacer la prueba, de construir algo que fuera enteramente mío. El libro KLAK ha sido la respuesta. Me surgió una idea, e intenté encontrar las imágenes más adecuadas a esa idea. El hecho de tratarse de un trabajo tan personal, ha hecho que el proceso sea muy orgánico; ha sido un trabajo en movimiento a lo largo de todo el proceso y por eso me ha parecido interesante.
El álbum es mudo. ¿Lo tuviste claro desde el principio? ¿Cómo ha sido el proceso de creación?
Al principio, sí que había algunas palabras, algunos conceptos que reunían lo que quería transmitir, pero al trasladarlas a imágenes, las palabras se han quedado en el camino, y, al final, sólo he utilizado imágenes para desarrollar la historia. Expreso mejor las cosas con imágenes, y lo que quería expresar con palabras lo he llevado finalmente a las imágenes.
KLAK tiene además otras particularidades: la abundancia de elementos de la naturaleza y de animales, el contraste entre colores, la forma del libro –es cuadrado–, la onomatopeya que has elegido para el título... ¿Todo por el bien del relato?
Es lo que he intentado hacer. Cuando dibujo, intento crear las imágenes que necesito para la historia; no dedico demasiado tiempo a los adornos. Es por ello que mis imágenes no tienen, muchas veces, demasiados elementos. También en este libro he puesto la atención en los elementos que eran necesarios para la historia: he intentado utilizar los colores en modo narrativo, los elementos que he utilizado tienen una razón de ser, la finalidad de la forma y las composiciones era provocar un efecto en el lector... Siempre he trabajado así, también en este libro KLAK. En cuanto al título, quería que fuese sugerente, algo que posibilitara una lectura libre del receptor, pero que recogiera al mismo tiempo la razón de ser de la obra.
El relato tiene más de una capa, ¿verdad? ¿Con qué te gustaría que se quedara el lector una vez cerrado el libro? ¿Has recibido feedback de la gente?
Sí. O eso es al menos lo que he intentado, crear algo que tiene diferentes capas. Todos no nos acercamos de la misma manera a los libros, y cada lector puede decidir dónde se queda en esa lectura. Hay hilos a los que resulta más fácil encontrar la punta, y para otros hay que retroceder y avanzar por el libro. Y eso es, en definitiva, lo que he intentado hacer, crear un libro que empujará al lector hacia adelante y hacia atrás. En cuanto al feedback, uno de los primeros amigos a los que entregué el libro en mano, eso es lo que hizo, utilizarlo hacia adelante y hacia atrás, lo que me hizo una especial ilusión, porque me pareció que había conseguido mi objetivo. Durante el proceso también he recibido feedback de mis amigos; creo que es muy importante tener una mirada exterior en un proceso tan solitario. En los créditos he incluido sus nombres; me han ayudado mucho.
A lo largo de tu trayectoria, has recibido, entre otros, el premio Euskadi de Literatura (obra literaria ilustrada) y el premio Lazarillo Álbum Ilustrado, y tus trabajos se han podido ver en diferentes festivales. Recientemente, también has estado en el extranjero por motivos laborales. ¿Qué te aportan esos premios y esas estancias en el exterior?
Son impulsos que te animan a seguir adelante, al menos en mi caso. Los viajes alimentan los trabajos siguientes, y los premios colocan a los anteriores en un sitio especial, al menos para uno mismo. Ambos son alimentos.
En el País Vasco os encontráis un grupo de dibujantes punteros. ¿Os reunís? ¿Seguís el trabajo que hacéis unos y otros?
Yo diría que sí, nos conocemos, y creo que agradecemos las posibilidades que se nos presentan de juntarnos. Diría que conformamos una bonita comunidad, generosa la mayoría de las veces. Nuestro trabajo es a menudo solitario, y agradezco mucho las oportunidades de encuentro. Hablamos sobre el trabajo, la situación de la industria, compartimos ideas... Creo que resulta enriquecedor.
Una vez que el álbum ilustrado KLAK está en la calle, ¿has empezado a pensar qué quieres hacer en adelante?
Sí, como he dicho, los viajes son un alimento para mí, y después del último, he vuelto con ganas de trabajar. Resulta inspirador andar entre libros, estar con otros autores, vivir las situaciones que el propio viaje genera... Todavía es pronto, pero creo que surgirán cosas de esta experiencia, al igual que en todos los viajes.
(Especial publicado el 11 de enero de 2023)