Ane Garmendia trabaja traduciendo y adaptando contenidos audiovisuales, sobre todo en doblaje y subtitulación. El pasado mes de octubre, la asociación ATRAE le concedió el premio a la mejor traducción y adaptación para doblaje en euskera por la labor realizada para la película Mavka. Basoaren zaindaria (Mavka. Guardiana del Bosque), un galardón que según ella ha servido «para sacar a la luz un trabajo que estaba en la penumbra». Dicho premio nos ha servido de pretexto para charlar con Ane e intentar conocer mejor su trayectoria, la situación actual del mundo de la traducción audiovisual y los retos que afronta cara al futuro.
Estudiaste Traducción e Interpretación, y, aunque a lo largo de tu trayectoria has realizado también traducciones literarias, actualmente estás centrada en la traducción de materiales audiovisuales. ¿Qué te empujó a hacer esa elección?
La verdad sea dicha, dentro de mis estudios de Traducción e Interpretación, opté por la especialización de audiovisuales, y las prácticas de fin de carrera las hice en la empresa Irusoin de Donostia. Una vez terminada la carrera, comencé a realizar traducciones diversas como autónoma para las agencias de traducción, etc. En aquellos años traduje algún que otro libro dirigido al público juvenil, pero he hecho pocas traducciones literarias. Aunque me sentía atraída por lo audiovisual, los primeros años fui traduciendo principalmente textos del ámbito administrativo, jurídico, etc., y, después de hacer el máster de Traducción Audiovisual de la Universidad de Barcelona, me fui sumergiendo poco a poco en ese mundo. Actualmente solo traduzco y adapto contenidos audiovisuales, que es lo que más me gusta.
(Coloquio "Euskarazko ikus-entzunezko itzulpenak: lanbidearen nondik norakoak". Participantes: Ion Zubizarreta, Maider Lizoain y Ane Garmendia)
¿Qué modalidades hay de traducción audiovisual? ¿A cuál de ellas te dedicas principalmente? ¿Cómo te llegan normalmente los encargos?
La traducción audiovisual consta de numerosas modalidades: doblaje, subtitulación, subtitulación destinada a personas sordas, localización de videojuegos y audiodescripción destinada a personas ciegas. Os explicaré brevemente las áreas de doblaje y subtitulación que son a las que me dedico principalmente.
La traducción para doblaje consiste en la traducción de guiones o diálogos de un contenido audiovisual, utilizando como referencia el guion original, el sonido y la imagen. A partir del guion traducido se realiza la adaptación, que consiste en sincronizar el texto traducido con la imagen, teniendo en cuenta sobre todo el movimiento de los labios y los gestos de los personajes. Una vez traducido y adaptado el guion, pasa a la sala para que actrices y actores hagan el trabajo de doblaje, bajo la dirección de la persona responsable de ello. Yo traduzco y adapto series, dibujos animados y películas para su doblaje.
El doblaje también puede incluir la disciplina de las voces superpuestas (voice over, en inglés), que se utiliza principalmente en documentales, reportajes, entrevistas, etc. Se escucha a una persona hablar en su lengua original y, superpuesta (un poco más tarde), la versión traducida. El poder escuchar el original da credibilidad a la traducción.
Otra disciplina que desarrollo dentro del ámbito de los doblajes es la traducción y el arreglo de las canciones, que va más allá de la mera traducción, por eso se le denomina arreglo. Además de traducir el sentido de la canción original, hay que respetar rimas, cantidad de sílabas, acentos, etc. Es un trabajo muy enriquecedor y divertido, que requiere mucha creatividad.
También hago subtítulos, normalmente destinados a series y películas. Escuchamos el audio original y en la parte inferior de la pantalla aparece nuestra traducción. Para ello, primero hay que elaborar los subtítulos, asignarles tiempos de entrada y salida, respetando en la medida de lo posible los tiempos de aparición de las locuciones y escritos originales. Todo ese trabajo lo hacemos utilizando programas de subtitulación. Una vez escritos los subtítulos, hay que traducirlos; ambos trabajos, la redacción de subtítulos y su traducción, se pueden realizar en el mismo programa.
Los encargos provienen principalmente de estudios de doblaje y subtitulación y también de algunos festivales de cine, sobre todo para hacer subtítulos. También recibo encargos de gente que trabaja haciendo traducciones de forma autónoma, ya que en este mundillo cuando estamos con mucho trabajo y poco tiempo para hacerlo se acostumbra a recurrir a colegas de profesión.
(Ane Garmendia, trabajando)
¿El trabajo en el ámbito de la traducción audiovisual es solitario? ¿Cuáles son las principales dificultades de cada modalidad?
Diría que al igual que ocurre con quienes trabajan haciendo traducciones de modo autónomo, traducir materiales audiovisuales también es una labor solitaria. Normalmente, trabajamos desde casa, por nuestra propia cuenta; a menudo me siento como si estuviera dentro de una burbuja. A pesar de que me gusta trabajar sola, cuando tengo dudas y dificultades, agradecería mucho contar cerca con alguien de la profesión. También es cierto que hoy en día todo el mundo estamos conectados a Internet, pero no es lo mismo.
Trataré de explicar brevemente las dificultades de cada modalidad. En general, una de ellas consiste en utilizar la terminología y el registro adecuados, tanto para doblaje como para subtitulado, dependiendo del tema que estés traduciendo. Por ejemplo, en una serie en la que aparecen juicios, debemos documentarnos sobre el uso correcto del lenguaje jurídico en euskera, lo que a menudo requiere mucho tiempo. Lo mismo ocurre en los documentales. A veces necesitamos investigar la historia, otras veces las características de no sé qué especie animal... Para traducir temas concretos y desconocidos, lo primero que tenemos que hacer es investigar y aprender. Otra dificultad en la labor de doblaje es el tema de la adaptación. En la ficción, sobre todo, no siempre es fácil que el texto traducido quede bien en la boca de la actriz o del actor, y a veces hay que cambiar la traducción inicial para conseguir credibilidad, sobre todo en los primeros planos. En los subtítulos la mayor dificultad consiste en limitar a un número de caracteres concreto lo que se oye en la versión original. Normalmente no entra todo lo que se oye, por lo que obligatoriamente hay que acortarlo. Es el propio cliente quien decide el número de caracteres y la duración de los subtítulos, y cada cual tiene sus propios criterios. En cualquier caso, lo importante es respetar un ritmo que permita leer bien los subtítulos.
Otra dificultad reside en la calidad del material que recibimos. A veces nos envían las películas en blanco y negro, con marcas de agua para que nadie las piratee, o inacabadas, lo que dificulta nuestro trabajo. Los guiones que recibimos tampoco son precisos siempre, contienen lagunas o errores y no aparecen las referencias explicadas. Normalmente tenemos que enfrentarnos a este tipo de problemas por nuestra cuenta, porque no tenemos a dónde acudir para pedir ayuda.
(Coloquio "Ikus-entzunezko itzultzaileen abenturak eta desbenturak". Participantes: Ion Zubizarreta, Maider Lizoain y Ane Garmendia)
¿Y en el caso de las traducciones de material audiovisual al euskera esas dificultades se agudizan? ¿Cuál dirías que son las principales ventajas e inconvenientes de quienes hacéis traducciones a esa lengua?
Una dificultad añadida que tenemos para hacer traducciones de materiales audiovisuales es que en euskera no hay tantos corpus audiovisuales. Siempre han escaseado los audiovisuales traducidos al euskera. Aunque en los años ochenta y noventa proliferaron más debido a la creación de ETB, luego descendió considerablemente su número. Es entonces cuando se empiezan a hacer doblajes (hoy en día apenas se hacen) y subtítulos al euskera. Por lo tanto, las personas que trabajamos en la traducción al euskera del audiovisual no disponemos de muchas referencias para hacer nuestro trabajo en comparación con quienes trabajan en francés o en castellano.
Creo que tenemos ventajas y desventajas. Por un lado, hay que decir que no somos mucha gente la que nos dedicamos a esto; eso puede ser tanto una ventaja como una desventaja. ¿Qué ventaja? Pues que como no somos mucha gente dedicada a ello, tenemos trabajo. ¿Desventajas? Aunque quienes nos dedicamos a la traducción al euskera nos conocemos a través de las redes sociales, resulta difícil relacionarnos. Yo a través de las redes sociales y de las asociaciones de profesionales de la traducción he conocido a colegas de profesión, pero hay bastante dispersión. No disponemos de redes propias, no tenemos grupos más integrados y concretos. De vez en cuando hablamos por correo electrónico, pero no tenemos vínculo, no tenemos una red de comunicación adecuada.
En estos momentos, una ventaja del trabajo en euskera es que afortunadamente cada vez hay más contenidos para ser traducidos a esa lengua. Ha habido un vacío de muchos años, demasiado largo, que parece que se va llenando lentamente. Cuanto más contenidos haya para traducir al euskera, más trabajo tendremos. Si realmente se apuesta por el euskera, las plataformas de streaming nos brindarán una gran oportunidad. Se necesitará más gente dedicada a la traducción. Pero para que eso ocurra, las autoridades deben apostar decididamente por el audiovisual en euskera que todavía vive una situación muy precaria.
¿Las nuevas tecnologías ayudan? ¿Qué opinas de los traductores automáticos?
Las nuevas tecnologías siempre ayudan, si se utilizan para ello, es decir, si se emplean como una herramienta y no para sustituir a quienes nos dedicamos profesionalmente a traducir. Empleamos ese tipo de programas desde hace tiempo. También están los programas que utilizamos para subtitular y que nos facilitan mucho el trabajo. Además, contamos con diccionarios, corpus, buscadores y otros programas de traducción online. Hoy en día no podríamos imaginar nuestro trabajo sin todas esas herramientas.
El traductor automático es otro cantar. Muchas empresas están entrando en el mundo de la postedición, pero no para facilitar las cosas, sino para sacar más ganancias. Lo que hacen es entregar al profesional la traducción realizada por un traductor automático para que la corrija y así pagársela como si fuera una corrección, pero lo que ocurre muchas veces es que hay que volver a hacer la traducción desde cero porque la realizada por la máquina no tiene ni pies ni cabeza, ya que el traductor automático no es capaz de traducir bien, por ejemplo, juegos de palabras, chistes y algunas expresiones. Para resolver ese tipo de problemas se necesita la creatividad y la imaginación de una persona. Sin embargo, no voy a negar que se trata de una tecnología que va mejorando año tras año y que la de la Inteligencia Artificial ha supuesto un salto inmenso en este sentido en algunos ámbitos. Pero no todas estas tecnologías están preparadas, como ya he dicho, entre otras cosas, para hacer traducciones que requieren el uso de la creatividad; y aquí, además de la cuestión de la calidad, me gustaría hacer referencia a la perspectiva de la ética. La Inteligencia Artificial aún no está suficientemente regulada y se nutre de contenidos sobre los que recaen derechos de autoría, ya sean traducciones, ilustraciones o fotografías. Esto no es legal ni ético. Han utilizado contenidos elaborados por personas sin contar con su consentimiento. Se trata de una cuestión que hay que regular cuanto antes, pero andamos tarde.
(Ane Garmendia, en el momento en que se dirige a recoger el premio ATRAE a la mejor traducción y adaptación para doblaje en euskera. Foto Films Punto y Coma)
¿En la actualidad, cómo es la situación audiovisual en euskera en cuanto al número de contenidos? ¿Y si atendemos a la calidad? ¿Cómo valoras el hecho de que en las plataformas externas también el euskera haya ido ganando terreno en los últimos tiempos?
En la actualidad, la presencia del euskera en los medios audiovisuales es muy escasa en términos cuantitativos, tal y como he mencionado anteriormente. Se traducen muy pocos contenidos al euskera, aunque es verdad también que van en aumento paulatinamente, gracias en parte a las plataformas de streaming. Pero no es suficiente. La presencia del euskera en el cine comercial es insignificante. Al año se traducen entre diez y doce películas al euskera, y todos son contenidos infantiles. Necesitamos estrategias para reforzar el euskera tanto en la televisión lineal, como en las plataformas de streaming. Está bien traducir al euskera películas infantiles, pero también necesitamos películas dirigidas a la gente adulta. ¿Una vez al mes una película de animación en cines? ¿Solo para público infantil? No es suficiente, en absoluto.
En cuanto a la calidad, quiero decir que en general también está empeorando en otros idiomas, sobre todo en las plataformas. Y eso ocurre a veces porque han utilizado la traducción automática y otras porque han prescindido del trabajo de corrección. Lo mismo ocurre con el euskera; yo diría que en el doblaje se cuida un poco más, pero en cuanto a los subtítulos se ve de todo. Evidentemente, la cantidad es importante y todos los contenidos que se traducen al euskera son bienvenidos, pero la calidad es tan importante como la cantidad, y eso hay que cuidarlo. En relación a la calidad lingüística, quisiera destacar la labor de quienes se dedican a la corrección; su trabajo es necesario si queremos contenidos de calidad. Y en cuanto a la calidad de los contenidos, diría que hasta hace poco se han traducido al euskera sobre todo contenidos de segundo nivel, y que también necesitamos contar con películas y series de éxito en nuestra lengua. No soy muy aficionada a las películas comerciales, pero deberíamos traducir al euskera cosas que la gente quiere ver: películas de Hollywood, de Disney, de Pixar, series exitosas de Netflix... Parece que estamos avanzando, sí, pero necesitamos una apuesta más fuerte.
Como he comentado anteriormente, en las plataformas externas comenzaron hace poco a meter contenidos en euskera, y eso es una muy buena noticia. El euskera debe estar presente en los lugares donde haya gente. Pero, como he dicho, todavía hay pocos contenidos en nuestra lengua, por lo que espero que las cifras vayan aumentando paulatinamente. He oído en más de una ocasión, como excusa para no doblar ni subtitular al euskera, que la gente vascohablante no acostumbramos a consumir contenidos en nuestra lengua. Para establecer hábitos, para arraigar costumbres, se necesita tiempo. Y si se traducen contenidos de calidad al euskera y se da el tiempo necesario al público, nos acostumbraremos a verlos en dicha lengua.
Por duodécimo año, ATRAE (Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España) ha premiado recientemente las mejores traducciones y adaptaciones de obras audiovisuales estrenadas el año anterior, y este año, por primera vez, han creado dos categorías específicas para obras estrenadas en gallego, catalán y euskera. Has recibido el premio a la mejor traducción y adaptación para doblaje en euskera por el trabajo realizado para la película Mavka. Basoaren zaindaria. El premio a la mejor traducción para subtítulos en euskera ha recaído en Leire Chertudi Ozamiz e Ilargi Garcia Barrena, por la serie The Wheel of Time. ¿Cómo vivisteis esa experiencia?
Como cuando dije al saber que era finalista en la categoría de mejor traducción y adaptación al doblaje en euskera, y repetí al ganar el premio, bastante premio para el euskera es la creación misma de estos dos premios. Me alegré mucho de la inclusión en los premios ATRAE del catalán, del gallego y del euskera, porque, si la labor de traducción en general es invisible, diría que cuando el trabajo se refiere a materiales audiovisuales en euskera se invisibiliza aún más. El reconocimiento a nuestro trabajo me parece bonito y espero que estos premios contribuyan a visibilizarlo y ponerlo en valor. No hace falta que diga que estoy muy contenta porque mi trabajo ha sido premiado y le ha gustado al jurado, pero creo que el euskera ha ganado más que yo o que Leire e Ilargi. Ha supuesto traer a la luz un trabajo que estaba en la penumbra. La misma entrega de premios resultó un acto muy emotivo y bonito, y me permitió conocer a las traductoras Leire e Ilargi, a las que sólo conocía a través de las redes sociales.
Respecto al trabajo que has realizado para esta película, el jurado ha destacado el empleo de «un vocabulario rico y muchas expresiones propias del euskera» que «dotan al doblaje de realismo y a los diálogos del mismo sentimiento». Porque traducir es mucho más que trasladar palabra por palabra a otra lengua aquello que se dice en la versión original...
Sí, claro. A veces es necesario modificar completamente lo que se dice en la versión original para que tenga sentido en euskera. A menudo hay que traducir juegos de palabras, chistes, canciones... porque el objetivo de la traducción es que el público en euskera sienta lo mismo que el público en la versión original. Hay muchas cosas que no se pueden traducir literalmente, porque en euskera no tendrían ningún sentido, lo cual requiere muchas veces un gran trabajo creativo. Por ejemplo, en la película Mavka. Basoaren zaindaria traduje y adapté dos canciones. En las canciones, como he comentado anteriormente, hay que respetar las sílabas, mantener las rimas, los acentos, y todo ello sin perder el significado, y de la manera más fiel posible. Los juegos de palabras, chistes, humor... tampoco se pueden traducir literalmente. A modo de ejemplo, voy a citar una frase humorística que aparece en Mavka. Basoaren zaindaria. Un ser con aspecto de tronco del bosque vuela sobre una cigüeña, y dice en inglés: «Just don't tell Lesh - he'll think I'm stork raving mad!». En inglés, stork es «cigüeña». Y la expresión «stark raving mad» significa «tronado» o «totalmente loco». Hace un juego en inglés («stork - stark»), y ese humor hay que reflejarlo en euskera, sí o sí. No hay otra solución más que cambiar las palabras que aparecen en inglés. Por eso, yo puse: «Baina ez esan Leshi. Seko hegotuta nagoela esango du». Usé la similitud de las palabras «hego - ero» para dar ese toque humorístico también en euskera. En nuestro trabajo encontramos infinidad de obstáculos de este tipo. Y hay que utilizar la imaginación y la creatividad. Esto no lo puede hacer una máquina. Y muchas veces trabajamos contra reloj. Son cosas que tenemos que decidir rápido, no tenemos mucho tiempo para pensar. Más de una vez se me ha ocurrido la «traducción perfecta» después de enviar el guion. Son cosas de nuestro trabajo, es así.
(Personas galardonadas con los premios ATRAE 2024)
¿Cuáles son los principales objetivos, retos y reivindicaciones de quienes trabajáis profesionalmente en la traducción audiovisual?
Una de nuestras demandas es que nos tengan en cuenta como profesionales de la traducción y que contemos con mejores condiciones, tanto respecto a tarifas como a plazos y materiales, para crear contenidos de calidad. Para alcanzar los objetivos y luchar es importante pertenecer a asociaciones profesionales como EIZIE, ATRAE y DAMA (asociación que gestiona derechos de autoría). Como he dicho antes, es un trabajo muy solitario, siempre trabajamos sin compañía, en nuestra oficina, en nuestras cavernas. Tenemos que asociarnos, porque son las asociaciones las que más cosas consiguen. Por ejemplo, gracias a la labor de ATRAE se ha conseguido que las traductoras y los traductores aparezcamos en los créditos. La presencia en pantalla da visibilidad a quienes hacemos las traducciones, mostrando el trabajo que hay detrás. Cuando termina una película subtitulada, a veces aparece el nombre de quien ha hecho los subtítulos. También ocurre lo mismo en los videojuegos. Todo ello ha sido posible gracias al trabajo de ATRAE.
Las asociaciones nos ayudan a abrir camino. Otro paso importante dado por ATRAE ha sido la base de datos que recoge las traducciones audiovisuales y las personas que las hacen. En esa base de datos cada persona que hace las traducciones puede incluir sus trabajos; además está conectada a la de la DAMA. En ella se pueden encontrar personas que realizan traducciones de especialidades concretas, al igual que ocurre con la base de EIZIE denominada Nor da Nor (Quién es quién).
Por otra parte, creo que para quienes trabajamos en euskera —como personas que nos dedicamos a la traducción y que consumimos contenidos autiovisuales— es importante luchar para que haya cada vez más contenidos en euskera, de calidad, tanto en televisión como en plataformas y cines. Por lo tanto, se debe pedir a las instituciones que luchen a favor de los contenidos audiovisual en euskera, promoviendo políticas lingüísticas específicas para ello, de forma que los contenidos en euskera también tengan el lugar que merecen. Dada la preponderancia de las pantallas en nuestra vida, es el momento de hacer las cosas lo mejor posible.
Pero, más allá de eso, una de nuestras principales luchas consiste en mejorar nuestras condiciones laborales. Hacer entender a quien contrata nuestros servicios que no se puede traducir una película de un día para otro. Si piden ese tipo de cosas, todas y todos salimos perdiendo: quienes hacen las traducciones, quien nos contrata, las personas responsables de la dirección de la película, el público... porque en esas condiciones la calidad del contenido no va a ser buena.
¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Hacia dónde te gustaría dirigir tus pasos en el futuro?
Ahora mismo estoy traduciendo y adaptando una serie de ficción dirigida a adolescentes. Hago también subtítulos de vez en cuando, pero en euskera sobre todo traduzco contenidos infantiles. En un futuro me gustaría que se tradujeran más contenidos destinados a personas adultas, más películas y series de ficción para cine y plataformas de streaming. Es bonito traducir contenidos al euskera para público infantil, sí, pero hay una gran carencia de audiovisuales dirigidos al público adulto y hacen falta contenidos, contenidos de calidad y que la gente quiere ver. Ese tipo de cosas son las que quisiera poder traducir al euskera.
(Especial publicado el 30 de diciembre de 2024)