Teresa Benéitez García, editora de A Fin de Cuentos: «Nos gustaría que los libros no tuvieran que llevar tantos adjetivos detrás»

  • Teresa Benéitez García, editora de A Fin de Cuentos: «Nos gustaría que los libros no tuvieran que llevar tantos adjetivos detrás»

La editorial bilbaína A Fin de Cuentos, centrada en la literatura infantil y juvenil, inició su andadura en 2017 con la publicación de Aventuras y desventuras de los alimentos que cambiaron el mundoy desde entonces ha publicado numerosas "historias reales que tienen un punto de ternura, sorpresa o emoción que las hace diferentes". Hemos hablado con la editora Teresa Benéitez García sobre cuestiones como los inicios del proyecto, el trabajo que hay detrás de cada libro, las implicaciones de la IA y las nuevas publicaciones que está preparando para este año.


En la página web de A Fin de Cuentos se dice que edita libros ilustrados, "sin más etiquetas". ¿Qué significa? ¿Cómo nació el proyecto?

Lo que queríamos decir con eso es que nos gustaría que los libros no tuvieran que llevar tantos adjetivos detrás. Entiendo que en una librería o en una biblioteca esos adjetivos ayudan a colocarlo en determinado lugar. Pero, al hacerlo así, los dejas fuera del alcance de muchas otras personas a las que pudieran haber interesado. Sin ir más lejos, tenemos el caso del último libro que hemos publicado, La inteligencia artificial explicada a todos los públicos. Al ser una editorial de infantil y juvenil ese "explicada a todos los públicos" no nos ha hecho movernos hacia otras secciones. Al contrario: en varias librerías lo han colocado al lado de libros de conocimientos como Mis primeras palabras en inglés o Mis primeros dinosaurios.

La mayoría de nuestros libros deberían llevar la etiqueta de "para todas las edades", pero eso no existe: si eres de infantil y llevan dibujitos como mucha gente llama todavía a las ilustraciones, pues blanco y en botella: haces libros solo para niños.

(Actividad infantil relacionada con el libro Carolina y la cerilla)


A Fin de Cuentos edita sus libros en castellano, euskera, catalán y gallego. ¿Cuáles son los criterios qué manejas a la hora de seleccionar los libros que se van a publicar?

Las editoriales independientes, que asumimos siempre grandes riesgos económicos, luchamos por agrandar el campo, por aportar variedad en un mundo dominado por los grandes grupos editoriales. En A Fin de Cuentos nos gustan las historias reales que tienen un punto de ternura, sorpresa o emoción que las hace diferentes. Historias reales, que te parecerían inverosímiles si no supieras que han sucedido, como la de Bibliotecarias a caballo. Todo ese trabajo duro y arriesgado de tantas mujeres llevando libros a los habitantes de las montañas Apalaches en los años más duros de la Gran Depresión. También intentamos publicar temas que no estén muy trillados en la literatura infantil. Cuando hicimos la biografía de una primatóloga, no elegimos hacer una biografía más de Jane Goodall; buscamos dar a conocer al público el increíble trabajo de Karmele Llano, que aun siendo de aquí, poca gente conoce.


Está claro que detrás de cada libro hay un gran trabajo del que no siempre somos conscientes. ¿Cómo es? ¿Qué procesos hay que seguir?

El trabajo que hay detrás de un libro es una labor que necesita tiempo, concentración, laboriosidad, creatividad, diálogo. La mayoría de mis libros parten de ideas que se me ocurren y, entonces, busco quien la desarrolle escribiéndola e ilustrándola. Es un trabajo lento y hermoso, un trabajo en equipo, que parte de un papel en blanco y acaba en las manos de un lector.

(Teresa Benéitez García y la traductora Itziar Diez de Ultzurrun)


Recientemente has participado como editora invitada en el taller Biko-Teka que organiza la asociación Galtzagorri junto con el Ayuntamiento de Pamplona, donde les has dado a las personas asistentes algunas claves del mundo de la edición. ¿Cómo las resumirías brevemente?

Diría que fue una experiencia muy enriquecedora. Hay muchos mundos que discurren casi en paralelo y están destinados a encontrarse, pero no lo hacen. Me refiero, por ejemplo, a las escuelas de ilustración y los editores. Por eso, es tan de agradecer que entidades como Galtzagorri cubran estos vacíos y creen espacios de encuentro.


¿Qué es lo que más demanda la gente? ¿Cuáles crees que son los principales factores que explican el éxito de un libro?

Si lo supiera ya hubiera publicado mi propio Harry Potter, ja, ja, ja. El mercado es confuso, aunque emite señales. Hay muchos libros que "trabajan" las emociones, muchos libros "para" (para quitar el pañal, para superar los celos de la hermanita que viene, etc.), muchos con humor escatológico que no me interesan mucho (aunque el humor nunca hay que despreciarlo porque es un banderín de enganche poderosísimo para crear lectores), muchos que intentan hacer de los niños y las niñas los habitantes más ecológicos del planeta.

(Teresa Benéitez García junto a Ana G. Lartitegui, autora de La nave de los necios)


Una de las obras que más alegrías os está dando últimamente es La nave de los necios de Ana G. Lartitegui que, desde que empezó a surcar los mares, no ha dejado de cosechar reconocimientos en forma de premios, exposiciones... Pero, además, cinco ilustradoras que han publicado con A Fin de Cuentos son finalistas de Bologna Children's Book Fair de este año. ¿Es la recompensa que tiene asumir riesgos?

Te da alegría, desde luego, y te hacer andar tu camino con más salero, con más seguridad.

En cuanto a La nave de los necios es un auténtico prodigio de libro, algo muy difícil de encontrar, porque no sigue modas, es único. Rinde homenaje con sus ilustraciones a la comicidad e imaginería de obras de pintores flamencos tan conocidos como El Bosco o Brueghel el Viejo. Y la historia, que recuerda a los cuentos clásicos al tratarse de un objeto que va de mano en mano, es muy divertida. Es verdad que está teniendo un recorrido muy amplio. Ahora mismo se va a Japón, al Museo de Arte de Iabishi, con el resto de ilustraciones ganadoras de la Muestra de Ilustradores de Bolonia.

(Tres publicaciones de 2024: ¿Para qué sirve?, Bubú y sus amigos y 72 días y un vestido)


A Fin de Cuentos comenzó su andadura publicando tres libros al año, pero el año pasado fueron seis. ¿Qué es lo que te ha llevado a tomar esa decisión?

A pesar de la sobreproducción de títulos que se publican al año (en 2024, unos 90.000), el propio mercado está estructurado de tal manera que te obliga a tener una presencia habitual en las mesas de novedades. Si tardas mucho en publicar, corres el riesgo de que se olviden de ti.

(Lorena Fernández Álvarez y Pablo Garaizar, autores del libro La inteligencia artificial explicada a todos los públicos)


Tal como nos has avanzado al principio, acaba de ver la luz un libro titulado La inteligencia artificial explicada a todos los públicos. La IA es, sin duda, un tema que está dando mucho que hablar. ¿Sabemos realmente qué es y qué implicaciones tiene?

Yo creo que no. Precisamente de esa "supuesta ignorancia", nació este libro. Estoy muy orgullosa de él. Caigo rendida ante la capacidad divulgativa de sus autores, Lorena Fernández Álvarez y Pablo Garaizar. Cualquiera que se acerque al libro, parta de donde parta, va a aprender muchísimo. Y el trabajo de ilustración de Denisse Beltrán es el complemento perfecto.

(Portada del libro Asfaltoaren azpian, lorea)


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Cómo se presenta el futuro?

El año ha empezado muy bien, con muchas ventas y muchos nuevos contactos. Y estoy francamente ilusionada porque todo lo que estamos preparando para 2025 es de gran calidad.

El más inminente es un libro que se titula Bajo el asfalto, la flor. Está escrito por Mónica Rodríguez —Premio Nacional de LIJ del Ministerio de Cultura del año pasado—, que, si alguien no la conoce, animo a leerla. Las ilustraciones son de Rocío Araya, ilustradora bilbaína con quien ya había trabajado en ¡Al agua, gallinas! y a quien también admiro mucho. Las dos han hecho un trabajo extraordinario y el conjunto pues es... asombroso.


(Especial publicado el 19 de febrero de 2025)