Museo San Telmo

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El Museo San Telmo ha afrontado un proceso de renovación y ampliación necesario para llegar al público de este nuevo siglo XXI. La piedra angular de este proyecto es la pequeña "joya" arquitectónica incrustada en el Monte Urgull y diseñada por los arquitectos Nieto y Sobejano, en la que destaca un característico "muro vegetal".

Este nuevo edificio, junto con el convento dominico del siglo XVI en el que se ubica el museo desde 1932, hacen de San Telmo un enclave singular situado en pleno centro de San Sebastián, en la Parte Vieja.

Sin embargo, pese a ser el aspecto más visible, la renovación del museo no pasa sólo por una metamorfosis arquitectónica, sino que estamos hablando de una revisión de concepto, que afecta a su definición como museo, sus objetivos y su modo de funcionamiento, ya que San Telmo abre sus puertas convertido en Museo de Sociedad Vasca y Ciudadanía, dotando a sus colecciones de una nueva lectura.

EDIFICIO 

Tras finalizar su renovación, el Museo San Telmo reabre sus puertas transformado en un equipamiento moderno y más amplio, ganando en comodidad y posibilidad de ofrecer servicios. En la nueva disposición del museo se distinguen dos partes, el edificio original de San Telmo y el nuevo pabellón.

El edificio original de San Telmo, un convento dominico construido en el siglo XVI, es el resultado de un largo proceso de modificaciones sucesivas que han alterado parcialmente su carácter físico y funcional. Se trata de un ejemplar único en la arquitectura guipuzcoana ya que fusiona los estilos gótico y renacentista, conformando un estilo que se ha llegado a etiquetar como arquitectura "isabelina". Una de sus peculiaridades es la ubicación del claustro, erigido al pie de la iglesia en vez de en el lateral, debido a la proximidad del monte Urgull.

El nuevo pabellón de San Telmo, diseñado por los arquitectos Nieto y Sobejano, se diluye entre el paisaje urbano y el monte Urgull y ofrece como primera visión un nuevo muro vegetal, profundo y ligero, que oculta en su interior dos nuevos pabellones que dan acogida a la exposición permanente y a las exposiciones temporales, así como a los diferentes servicios que ofrece el museo.

El diseño del nuevo edificio, con sus ligeros quiebros y cambios de dirección, resuelve con naturalidad los accesos peatonales al Monte Urgull y ofrece la posibilidad de configurar espacios de exposición al aire libre.

 

Dónde