A Ibai Aizpurua siempre le han gustado los videojuegos, pero fue en 2015 cuando se dio cuenta de que podían llegar a ser más que una mera afición para él. En 2021, ganó la Beca de Creación de Durangoko Azoka y desarrolló el juego "Barraka", gracias al cual el año pasado recibió el premio al mejor videojuego en euskera en el certamen BIG Indie Contest. Hemos charlado con él, entre otros asuntos, del trabajo de desarrollador de videojuegos, de las maratones para planear, diseñar y crear juegos denominadas Game Jam, de Zomorro Studio, y de sus proyectos de futuro, y esto es lo que nos ha contado.
("Barraka")
¿De dónde nace tu interés por los videojuegos? ¿Cuándo decidiste que querías ser desarrollador de videojuegos? ¿Cómo fueron aquellos primeros años?
La afición me viene desde muy pequeño; creo que tenía unos 5 años cuando tuve el primer contacto con los videojuegos. La primera videoconsola que hubo en casa fue «Atari 2600»; después vendría la Master System II, y, un poco más tarde, nuestro primer ordenador, un 486 PC. En aquella época teníamos unos pocos juegos, pero les sacábamos buen provecho.
Y aunque en los últimos años he vuelto a disfrutar con las consolas, a mí lo que me han gustado siempre sobre todo son los juegos de ordenador: "Monkey island 2", "Warcraft 3", "Red alert 2"...
Una vez acabé Bellas Artes, la verdad es que anduve bastante perdido y, aunque intenté encaminar mi trayectoria como ilustrador, fue en 2015 cuando encontré mi camino. En enero de aquel año participé con más gente en mi primera Game Jame y algo se encendió en mi interior. Mi trabajo diario ya estaba relacionado con los videojuegos, pero fue a partir de entonces cuando empecé a invertir mi tiempo libre en crearlos.
("Castell")
Dediqué días libres y muchas vacaciones a mis proyectos, participé en sesiones de Game Jam, continué con mis proyectos y me presenté a diferentes convocatorias de subvenciones.
En 2015 mi hermano me recomendó el programa Construct 2 para crear videojuegos y hoy es el día en que lo sigo usando muy a gusto; actualmente uso la versión Construct 3, y me parece el programa más adecuado para sumergirme en este mundo.
("Arroxa")
Por tanto, está claro que en tu trayectoria han sido decisivas las Game Jam. Hablaste de ellas en 2022, en las jornadas Jokoteknia, y te referiste al modo de trabajar bajo presión. ¿En qué consisten exactamente las Game Jam?
Las llamadas Game Jam son maratones de creación de videojuegos. Inicialmente se plantea un tema concreto y se trata de desarrollar durante un plazo determinado un prototipo de videojuego relacionado con dicho tema. Se puede participar individual o colectivamente, y aunque la mayoría duran 48 horas, las hay también de una hora o de una semana. En la actualidad, la mayoría se celebran en línea, ya que resulta muy cómodo tanto para organizarlas como para participar en ellas. Por otra parte, a veces se organizan a modo de residencias; para mí resultan mucho más divertidas y enriquecedoras, porque permiten conocer a gente nueva.
Fueron precisamente esas Game Jam, las maratones de desarrollo de videojuegos, las que me abrieron las puertas a todo este mundo; en ellas me di cuenta de que era capaz de crear pequeños juegos y de que me encantaba todo el proceso creativo. Me parece que trabajar bajo presión aporta muchos beneficios, ya que, muchas veces, nos vemos obligados, por la falta de tiempo, a tomar decisiones creativas para responder a los problemas que van surgiendo. Por el contrario, cuando los plazos de tiempo son muy amplios, nos demoramos dando demasiadas vueltas a las ideas. En mi caso, por lo menos, a la hora de tomar decisiones, la presión me ayuda a prosperar. Una Game Jam es el espacio ideal para aprender a sintetizar o resumir cosas a la hora de construir un videojuego.
En 2021, ganaste la beca de Creación de Durangoko Azoka con el proyecto "Barraka". ¿Cómo se te ocurrió la idea? ¿Para qué te ha servido la beca?
La beca me abrió las puertas para emprender esta aventura, porque gracias a ella pude dejar el trabajo que tenía en aquella época. Tanto "Barraka" como la beca de creación me han posicionado como desarrollador a nivel de Euskal Herria; siempre estaré agradecido a la asociación Gerediaga y al Ayuntamiento de Durango por la oportunidad que me dieron. Gracias a su apoyo, estoy respondiendo ahora a esta entrevista.