La donostiarra Nuria Culla acaba de lanzar su segundo disco: Hamaika gau. Hemos conversado con ella sobre sus primeros pasos en el mundo de la música, el proceso de creación de su nuevo trabajo, el crowfunding o la financiación colectiva y los cambios que están teniendo lugar en la industria musical.

Si no nos equivocamos, iniciaste tu andadura en solitario en 2014, tras realizar estudios de guitarra clásica y canto jazz. ¿Fue la manera de sacar todo aquello que llevabas dentro? ¿Cómo recuerdas esos años?

Sí, bueno, en 2014 aún no había estudiado canto jazz; me introduje en ese mundo en 2019. En 2014 comencé a cantar en solitario, con la guitarra, alejándome un poco de la música clásica, realizando versiones de estilo contemporáneo y escribiendo mis primeras canciones.

En 2018 llegó tu primer trabajo: Lluvia de marzo en Venecia. Sólo guitarra y voz. En el camino, cambiaste tu nombre artístico. ¿Qué quisiste recoger en ese primer EP?

Sí, grabé mis primeras canciones bajo el nombre de Autumn. Luego me di cuenta de que prefería utilizar mi verdadero nombre, porque se trataba de un proyecto personal. En ese EP quería precisamente eso: comenzar mi trayectoria en solitario con mis propias canciones.

Tu nuevo disco lleva por título Hamaika gau y tiene notables diferencias respecto al primer trabajo. Para empezar, siguiendo la senda iniciada en 2021 con el lanzamiento de las canciones "I used to" y "Casi nada", te has rodeado de músicas y músicos. ¿Por qué? ¿Quiénes te han acompañado en el proceso?

Sí, cuando entré en Musikene mis referencias musicales se diversificaron mucho y quería que mi sonido fuera más denso. Opté por empezar en formato de grupo para introducir nuevos estilos en mi música (jazz, soul, sonidos eléctricos...) y no quedarme como cantautora acústica.

Esas dos primeras canciones las grabé con Gonzalo Encinal (piano), Jesús Bastias (bajo) y Edi Saborit (batería).

En las que hemos grabado este año han intervenido también Gonzalo al piano y Edi en la batería, pero del bajo se ha encargado Pablo García. También se nos han sumado otras cuatro personas más: Javi Echarri (guitarra eléctrica en las canciones "Fuego" y "Puerto Rico"), Jon Viejo (trompeta), Miguel Parrondo (saxofones) y Eider Díaz (flauta).

En cuanto al estilo, hay notables diferencias entre un disco y otro. En tu nuevo trabajo has combinado jazz, soul, bossa nova, música electrónica... Los seis años que han transcurrido desde la publicación del disco anterior habrán tenido también su influencia, ¿verdad? ¿Qué tipo de disco es Hamaika gau?

Sí, como comentaba, al comenzar con los nuevos estudios en Musikene, decidí dar un giro a mi estilo, y está claro que lo que aprendí allí tuvo una gran influencia. Las canciones que he creado a lo largo de estos años y las adaptaciones que he realizado con las viejas canciones forman un ciclo, y sacar el disco supuso en cierto modo cerrar ese ciclo.

Once noches y once canciones –al menos en el CD físico–, nueve de ellas nuevas. En euskera, castellano e inglés. También empleaste tres idiomas en el primer trabajo. ¿Cómo decides qué idioma utilizar? ¿O es la propia canción la que te pide un determinado idioma?

No siempre tomo la decisión de la misma manera. A veces me llega primero la música y hago la canción según lo que esa música me pide. Como en el caso de "Hamaika gau". Otras veces, en cambio, escribo un poema y luego le añado la música, como en "Ciudades fantasma".

Me gusta utilizar las tres lenguas, porque proporcionan distintas sonoridades y porque cada lengua marca la identidad de la canción.

Desde el punto de vista musical, las canciones son en general tranquilas. Las palabras, sin embargo, reflejan muchas ideas que invitan a la reflexión: la salud mental, los miedos, el amor, el silencio, el paso del tiempo, los sueños... ¿Son cuestiones que te preocupan especialmente?

Sí, yo siempre digo –y pienso que la mayoría es de la misma opinión– que las situaciones negativas o tristes son inspiradoras. Por tanto, en la mayoría de mis canciones aparecen temas de ese tipo. Pero hay una canción un tanto peculiar en cuanto a la letra, que fue fruto de una especie de juego; concretamente, "Puerto Rico". Empecé a apuntar en un cuaderno los sueños que tenía de noche, y escribí la canción a partir de las historias que salían de esos sueños.

Has grabado las nuevas canciones con Josu Erviti. ¿Qué ha aportado su intervención al resultado final? ¿Ha habido lugar para la improvisación en el proceso de grabación? ¿Qué ha sido lo más difícil?

Josu nos ha ayudado mucho en todo el proceso; principalmente en el trabajo de edición, mezcla y masterización, pero también en producción. Teníamos casi todas las cosas claras, pero, cuando buscaba un sonido o tenía alguna duda, su opinión me resultaba de gran ayuda, incluso en los pequeños detalles de algunas canciones, al introducir efectos, etc.

Has lanzado una campaña de crowfunding para grabar y publicar el disco. Se trata de una práctica cada vez más habitual; en ocasiones, por decisión de la artista; otras veces, porque no hay otra opción. En tu caso, ¿por qué elegiste esa vía? ¿Qué ventajas y qué limitaciones tiene?

Invertí en el proyecto casi todos los ahorros del último año y lo hice por recuperarlos al menos en parte. Además, faltaban aún más gastos y pensé que de esa manera resultaría más fácil.

Además de ser una ayuda económica, ese modo de financiación sirve para garantizar la venta de muchos discos y es una excelente vía de promoción, porque la gente la comparte y participan muchas personas desconocidas.

En cuanto a las limitaciones, la preparación de la campaña supone un enorme trabajo: hay que grabar vídeos, preparar minuciosamente la página web para que resulte atractiva, tener una participación muy activa en las redes sociales...

En los últimos años la industria de la música ha sido testigo de muchos cambios y, afortunadamente, han surgido nuevas voces. ¿Cuáles consideras que son las principales dificultades y retos de las personas músicas que inician su andadura?

Hoy en día, la mayor dificultad reside en destacar en este mundo global. Resulta cada vez más fácil conseguir herramientas para componer música y compartirla, pero pasar al siguiente nivel y convertir la música en tu profesión es otro cantar.

Es muy difícil conseguir conciertos –con buenas condiciones– y lograr que la gente escuche tu música si no haces algo comercial o no eres muy bueno en marketing.

Hablando de conciertos, ¿qué tal van? ¿En los directos actúas en solitario o en grupo? Quizás ya estés componiendo nuevas canciones. ¿O es el momento de disfrutar?

Es el momento de buscar conciertos, para dar a conocer el nuevo disco. Por tanto, no estoy en un momento de mucha creatividad. Para eso hace falta tiempo. Además, después de todo el trabajo realizado para sacar el disco, conviene dejar pasar un tiempo.

Aunque seguiré ofreciendo conciertos en solitario, ahora mismo mi objetivo es moverme con el grupo, porque las nuevas canciones se defienden mejor con todo el sonido.

De momento, el primer concierto será el 31 de octubre en la sala Kutxa Fundazioa de Tabakalera, junto con Sara Mansilla. También ella presentará su disco tras nuestro concierto.

(Especial publicado el 26 de septiembre de 2024)